sábado, 18 de julio de 2015

Por una vaca más

D. Francisco Maseira, no dejaba casar a su hija doña Elvira González,
con quien ella quería, sino con quien el mandaba.
Por tanto ella decidió irse de Galicia a Cuba, en esos años famosos de la emigración.
Cuando la mujer de D. Francisco murió, que por cierto d. Francisco se caso con ella
porque tenía una vaca más que otra pretendienta,
regreso doña Elvira y esta por fin pudo casarse libremente.

martes, 14 de julio de 2015

El Doctor del cristal grumoso.

El abuelito, D. Ernesto Reig Vives, que vivía junto a sus nietas Ana y María, en el piso contiguo,
cuando eran aun lo suficientemente pequeñas para no parecer de estatura adulta
decidieron sumar fuerzas...
El abuelito recibía con frecuencia a su médico en casa, y solía darle la entrada a través de la puerta 
simplemente al notar que estaba allí, por la figura que se traslucía a través de la puerta de cristal grumoso:...
- Pase, pase Doctor...
Este gesto protocolario se ve que les gustó a las nietas y decidieron cooperar en una fenomenal broma.
- Ana tu te montas sobre mis hombros y con la chaqueta de papá, que es larga y un sombrero
llamamos a la puerta de cristal grumoso..
- Vale vale.
Dicho y hecho, allá van las dos desde su habitación. Como un gigante de la feria,
desde la litera Ana se encarama a los hombros de María
con la chaqueta y el sombrero, y allá van
- Tooc toc.
- Pase pase Doctor.
- Eh! ... carcajada de todos.
- Gamberras, que bromistas sois.
Bueno, pues esta actuación se podría repetir dos o tres veces en la misma tarde
y para ellas la frase "pase Doctor" era tan real y verosímil que no daban crédito
 a por qué el abuelito recibía tres veces la misma tarde al mismo Doctor.
¿Será por el cristal grumoso?.