viernes, 23 de mayo de 2014

Un gallo gigante contra Javito

EL era un niño que vivía en un quintal en Salvador de Bahía el el niño Javito jugando con la pelota se le cayó cerca del corral donde estaba el gallo, entonces fue a recogerla y el gallo de repente le atacó a picotazos las pantorrillas, las cuales empezaron a sangrar el niño sorprendido se enfureció se llenó de valor y recordó que tenía su armadura de héroe medieval y una espada en otra habitación, fue corriendo se vistió con el traje de guerrero y cogió la espada y se enfrentó al gallo. El gallo se subió al escudo y siguió picoteando en el cuello, el niño sangraba y con su espada intentó defenderse al ver que esta se doblaba, pues era de plástico, ya en el tercer intento por defenderse, agarró un palo del suelo y la emprendió a estacazos contra el gallo, Javito sólo tenía 5 años. El gallo quedó moribundo, cuando ya descansó de aquella leña, llegaron sus padres, el padre pasando por el patio vio el gallo como dormido en el suelo, vio a Javito y le dijo - que tal hijo mío... papá me atacó un gallo gigante y el padre no le hizo caso, al poco rato después de tomar un café el padre salió al patio y vio el gallo moribundo, entonces le hizo caso a Javito oye Javito y este gallo fue, no papa. No es mi culpa me atacó, me hizo muchas heridas, pero cómo has podido herir de esta manera el gallo. Javito pensó - ¿Cómo es posible que mi padre está en contra mía?, y entonces el padre le encomendó el castigo a la madre para quitarse de encima el mal trago de castigarlo é, la madre cumplió, le dio una gran paliza y lo castigó. Al final de la historia surrealista e injusta, todos comieron gallo gigante en pepitoria y Javito nunca comprendió como su padre pudo creer al gallo en vez de a su hijo.