lunes, 15 de abril de 2013


Un familiar de mi amigo Emilio Robles:
Abogado de profesión, un buen día de suerte, le toco el gordo de la lotería, con tal inmensa cantidad de dinero, compro un terreno de arrozales en la albufera de Valencia, su ilusión era hacerse agricultor, unas 250 hectáreas, mucho territorio, muy cerca del Rey una de las fincas más grandes. Cuando llegaron los 90, el estado, expropio la finca de este señor , para colocar unas antenas repetidoras de televisión o radio, a casa el almacén de aperos de labranza y otras pequeñas construcciones así como el inmenso territorio quedaron expropiados. No deja de ser una ironía perder una finca de cultivo por el desarrollo de las telecomunicaciones.

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