domingo, 18 de agosto de 2013


Ciroleto,

Cuenta doña Soledad Ambel que este señor tenía el trabajo de encender un interruptor de tamaño especial, para dar la luz en el pueblo, este interruptor estaba en la plaza del pueblo y al atardecer se acercaba con un palo muy largo acabado en un clavo de hierro con e que accionaba el interruptor, mientras todos los niños miraban aquel prodigio del encendido.

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