domingo, 18 de agosto de 2013

D. Rafael  Nuño de Huéscar,
visitaba a su familia en el pueblo,
y llamaba a su novia por teléfono cuando estaba fuera de Granada,
en esos años había una centralita en el pueblo con dos telefonistas
y un sistema de clavijas de los antiguos,  los usuarios iban a la cabina
y pedían línea con Granada o con cualquier otra ciudad y tardaba bastante
en producirse esa conexión, él mientras hablaba con la telefonista,
que era muy guapa, a consecuencia de esas esperas y al cabo de muchos
meses de conversación con la telefonista, acabaron haciéndose novios,
y se casaron.

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