domingo, 18 de agosto de 2013

El padre Marín de los Redentoristas
en la Plaza del Temple en Valencia,
le contaba a una señora que un compañero de la orden oía unas voces en la iglesia del edificio
que tienen los redentoristas, un día fue a comprobarlo si era cierto,
aquella señora afinando el oído se dio cuenta  que por allí pasan los taxis y a veces,
sus conductores  van hablando por la radio o con algún compañero y se paran en el semáforo
y entonces la conversación se hace más larga, este repiqueo de voces se oía por el tejado
de la nave de la Iglesia, y por eso el compañero del padre Marín le parecía que cuando rezaba
allí arriba en la parte del coro, le respondían unas extrañas voces, no las de sus meditaciones
sino las de los profesionales de la conducción.

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